El Gobierno de Javier Milei resolvió este jueves levantar los aranceles antidumping que regían sobre la importación de termos chinos desde el año 2001. La decisión fue oficializada mediante la Resolución 835/2025 del Ministerio de Economía, y pone fin a una política comercial que fue renovada en tres ocasiones durante más de dos décadas.
Estos derechos adicionales fueron implementados originalmente con el fin de frenar la entrada de productos a precios considerados de dumping —es decir, por debajo de su costo de producción local— y proteger así a la industria nacional.
Sin embargo, según se detalla en los considerandos de la resolución, esa protección no generó los efectos esperados. Un informe técnico de la Comisión Nacional de Comercio Exterior (CNCE) reveló que, pese a los años de barreras comerciales, la marca local no logró fortalecerse y perdió aún más terreno en el mercado.
El gobierno de Milei flexibiliza la importación de alimentos para uso personal y elimina trámites ante la AnmatDe acuerdo con el informe, entre los últimos tres años se observaron caídas significativas en todos los indicadores clave de la producción local de termos: la producción cayó un 26,5%, las ventas al mercado interno un 32% y el empleo un 31%, mientras que las existencias aumentaron. La participación de la producción nacional en el consumo aparente apenas subió de 15% a 17% entre 2018 y 2023, a pesar de que el mercado creció un 120% en ese período.
La CNCE también advirtió que los consumidores argentinos pagan precios considerablemente más altos que en países vecinos y desarrollados, lo cual podría estar relacionado con los aranceles vigentes.
“El esfuerzo adicional que recae sobre los consumidores argentinos respecto al resto del mundo pareciera resultar excesivo”, concluye la resolución, que también cita declaraciones de la propia empresa nacional solicitante de la medida, al señalar que, pese a la prolongada protección, aún se encuentran en una etapa de evolución y que el mercado requiere inversiones en distintos frentes.
El cambio en las preferencias del mercado
El informe destaca el caso de Lumilagro, el único productor de termos a nivel nacional, que domina casi el 90% del segmento de termos de vidrio. Sin embargo, la firma no produce los formatos más demandados actualmente, como botellas térmicas, mates isotérmicos o vasos de acero inoxidable, lo que la dejó rezagada frente al crecimiento del sector.
“Resulta significativo que no haya podido valerse de su fuerte posicionamiento de mercado para desarrollarse o expandirse ante las oportunidades de un sector caracterizado por su dinamismo y diversificación”, señala el análisis técnico.
¿Qué pasa con Stanley?
Conocida por su popularidad entre los consumidores argentinos, la marca estadounidense Stanley no se verá afectada por esta decisión. Según fuentes del sector citadas por el diario Clarín, el 98% de sus productos ya no estaban alcanzados por el arancel antidumping, al superar el valor mínimo establecido por la normativa. “Son productos que, por su calidad, son más pesados y superan el monto establecido”, indicaron. Por lo tanto, Stanley seguirá pagando los aranceles generales (entre 18% y 35%), como lo viene haciendo desde hace años.
Un termo Stanley clásico en Argentina cuesta entre $110.000 y $117.000, mientras que en Estados Unidos su precio ronda los 25 dólares. En contraste, un termo Lumilagro de vidrio cuesta alrededor de $14.000 en Buenos Aires.